Sobre mi
Otros cursos complementarios
Fundamental para acompañar al niño en su propio aprendizaje. No hay nada más satisfactorio que guiar en la enseñanza y favorecer el propio desarrollo del niño.
Hoy en día se ha demostrado que el desarrollo no depende de una sola inteligencia sino de varias. Por ello, Gardner apostó por el desarrollo de las distintas inteligencias para fomentar cada una de nuestras habilidades y conocer nuestras limitaciones. Nosotros como educadores y padres/madres podemos implicarnos conociendo en qué destaca el niño/a y poder potenciar esa inteligencia mucho más. De esta manera enfocamos el aprendizaje desde el punto de vista del niño/a y generamos un mayor conocimiento y favorecemos la relación con él/ella.
Emocional: La base para poder introducirnos en el mundo de las emociones. Es la capacidad que tenemos para reconocer nuestras propias emociones y las de los demás, diferenciar los sentimientos y etiquetarlos y sobre todo es fundamental saber expresarlos y gestionarlos.
A lo largo de mi trayectoria en el ámbito educativo he tenido la oportunidad de conocer a peques con autismo. Es increíble cómo desaprendes todo lo estudiado hasta el momento y vuelves a aprender junto a ellos. Para ellos son muy importantes las rutinas y conocer el qué va a pasar después, todo lo visual (imágenes, pictogramas…) y que les acompañes en todos sus logros. También es fascinante la capacidad que tienen para desarrollar lo que les apasiona.
Comprender cómo funciona nuestro sistema nervioso para producir y regular las emociones, pensamientos, conductas y las funciones corporales básicas, como el control de la respiración.
Acompañar y realizar actividades/juegos en el entorno. Como son los campamentos de verano en los cuales se sigue una rutina de juegos recreativos para incentivar la diversión y entretenimiento en los niños/as.
¿A qué dedico el tiempo?
Más sobre mí
Desde que empecé en este bonito camino como es la Educación, año tras año he continuado formándome como persona y profesionalmente como profesora. Siempre he tenido muy claro a lo que me quería dedicar solo tenía que hacerlo realidad. Dedicarse a la Educación es muy satisfactorio, eres parte de ese proceso de aprendizaje, su guía y modelo dentro del ámbito en el que pasan muchas horas diarias. Te conviertes en una persona que cuida, enseña y aprende diariamente y recibes un enorme cariño por realizar tu trabajo. Es un camino que sigues junto a los pequeños en el que les acompañas a crecer, a desarrollar todas sus capacidades y habilidades y a conocer dónde están sus límites.
Es maravilloso ver como consiguen aquello que antes no podían, al final sus logros se convierten en los tuyos.