Sobre mi
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La importancia de la elección del centro, así como de programar el periodo de adaptación, el papel tanto de la familia como la de los educadores en este proceso, consejos y pautas para realizar el periodo de adaptación, para acompañarlos y lograr que perciban este cambio de forma positiva.
Una mirada más humana y respetuosa hacia la primera infancia, beneficios de educar y criar en el respeto a partir del análisis de las necesidades de niños y niñas y en cómo podemos lograr que nuestros hijos sean más capaces, más felices y más autónomos una vez superada esta primera etapa de la vida.
Los adultos podemos acompañar al niño desde una concepción de éste como alguien capaz, competente, lleno de iniciativas, con interés por su entorno y protagonista de sus procesos de desarrollo y aprendizaje.
Los niños necesitan límites claros para crecer con seguridad. Nosotros, como adultos, somos los que debemos marcarlos con respeto. Por ello es vital tener la información necesaria para afrontar esta fase de su desarrollo. Conocer qué es una rabieta, por qué se produce y qué estrategias podemos utilizar para acompañar desde el respeto a nuestros peques en esos momentos, intentando minimizar el impacto que puedan tener estos episodios en nuestra armonía diaria y familiar, es la clave para enfrentarnos a esta etapa de la crianza con más seguridad.
¿A qué dedico el tiempo?
Elegir esta profesión es un acto de mucho amor, y yo desde muy pequeñita tenía claro que quería dedicarme a ello.
Siento pasión por lo que hago, la enseñanza es básica para poder alcanzar los objetivos en el futuro y llevar una vida digna, por ello, nosotras tenemos un papel muy importante en el desarrollo de nuestros peques.
Yo siempre admiraba mucho a mis profesores, ya que sabía que con ellos podía lograr y superar muchas dificultades, eran mi segundo apoyo fuera del hogar, y yo, quería transmitir lo mismo en un futuro con mis propios niños, transmitirles lo que a mí me han enseñado, la ilusión y las ganas por aprender.
No hay mayor satisfacción que acostarse pensando que eres docente, que amo mi profesión y lo entrego todo, dentro, y fuera del espacio infantil.